¿Quién dijo que sería fácil? ¿Quién dijo que solo serían sonrisas? Nadie dijo que no habría trabas en el camino, nadie dijo que no habrían lágrimas. No es sencillo, nunca imaginé que lo sería, quizás es hasta un poco desalentador, pero todo esfuerzo tiene sus frutos.
La vida no es siempre de colores, las sonrisas no siempre son verdaderas, las lágrimas no siempre son tan malas, no es fácil abrir los ojos y mirar a tu alrededor, no es sencillo detenerte y observar al tiempo consumir tus días, ver como los momentos pasan y los recuerdos quedan y aveces te consumen, mirar atrás y ver cuanto ha cambiado todo, cuanto tú has cambiado, como te has ido adaptando al ritmo desenfrenado impuesto por otros. No es fácil darte cuenta cuanto has dejado, cuando has debido dejar, no es fácil ver como tus sueños han ido quedando en el tintero, ver como has ido resignando tus convicciones por lo correcto y estipulado por un mundo frío y sin sentimientos, ver como te has ido transformando en lo que alguna vez juraste no ser, no es fácil darte cuenta cuanto te has equivocado, cuentas veces has actuado sin sentirlo, cuantas ocasiones has dejado pasar con la sensación de querer gritar y actuar según tu corazón, según tu instinto.
Hay sueños de toda una vida, hay convicciones que has forjado durante una vida entera, no es sencillo echarlas a la basura por las circunstancias que te impone una vida sin emociones. He forjado mi existencia tratando de ser fiel a mis convicciones, he dado lo mejor de mi, he vivido soñando, pero no con fama ni riquezas, he vivido soñando con una felicidad existencial, con la tranquilidad de saber que he hecho y hago lo que realmente quiero y me hace bien. Aveces la vida te pone frente a circunstancias que te alejan de lo que realmente deseas, en ocasiones te ves enfrentado a situaciones alejadas de esos sueños de adolescencia, te ves en la obligación de actuar rápido y sin pensar, la vida avanza de manera apresurada y se lleva todo cuanto no sepas conservar, se lleva consigo los recuerdos de un ayer prospero, se lleva consigo sueños y sonrisas, se lleva todo cuanto juraste cuidar. Nadie dijo que sería fácil, nadie dijo que sería como tu querías, nadie dijo que sería solo felicidad, es más, la vida está llena de problemas y complicaciones, la vida pocas veces te sonríe, pero si algo he aprendido es que debes saber buscar la felicidad, debes saber cuidar lo que realmente te hace bien, debes aprovechar cada momento y no dejar ir lo que realmente quieres contigo, es cierto, el tiempo corre pero cada uno escribe su historia, quizás no elijas siempre a quienes te acompañan pero si está en ti no alejar a esas personas, está en ti saber cuidar a quien lo merece. Una vida sin sueños es vivir sin un propósito, sin algo porque luchar y seguir adelante superando todo cuanto esta vida te ponga por delante. La vida tiene etapas, he llorado demasiado, he reído lo suficiente, he desaprovechado un sin fin de situaciones y emociones, he visto pasar miles de personas en mi vida, he perdido cosas que realmente me hacían bien, pero no me arrepiento de nada, porque principalmente he aprendido y hoy sigo aprendiendo, y por sobre todo no pretendo dejar de aprender. No puedo quejarme, hace cinco años cuando imaginaba mi futuro era algo muy similar a lo que hoy tengo y agradezco a todos quienes han aportado a esto, vivo y aprendo y no pierdo de vista mi rumbo, a pesar del ímpetu de la vida, sigo viviendo y buscando sonrisas, sigo disfrutando de las cosas pequeñas y sigo creyendo en mis sueños, sigo creyendo en mi.